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CLIMA-Agua bendita para la agricultura argentina.

11 de octubre de 2011 00:00

Las abundantes lluvias que se registraron en el área agrícola de
Argentina impulsarán la siembra de maíz y aliviarán a las plantas de trigo
2011/12, que sufrieron daños irreversibles por el clima seco durante septiembre,
dijeron especialistas.
Argentina es un proveedor internacional clave de alimentos y derivados,
pero recientemente se intensificaron los temores de que una eventual sequía
desatada por el fenómeno climático La Niña pueda dañar a sus principales
cultivos, como sucedió con el maíz en la campaña 2010/11.
La escasez de agua que se reportó en septiembre generó serias demoras
en la siembra de maíz del incipiente ciclo 2011/12, pero el cultivo más afectado
fue el trigo, que se encuentra en pleno desarrollo y necesita de lluvias para
sostener su crecimiento.
Esta lluvia va a frenar la pérdida de rendimiento (del trigo), pero esa
pérdida de rendimiento es irreversible, sobre todo en el centro-oeste de la región
pampeana, dijo a José Luis Aiello, director de la Consultora de Climatología
Aplicada.
Desde la tarde del jueves se registraron en las principales regiones productoras
de Argentina precipitaciones que llegaron a alcanzar 100 milímetros de agua en
algunas áreas.
El trigo no recibía un volumen de agua mayor a 20 milímetros desde hace un mes
y medio, por eso estaba bastante castigado, explicó Maximiliano Zavala, analista
de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Actualmente, el Gobierno argentino estima que la cosecha de trigo
2011/12 se ubicaría entre los 11 y los 13 millones de toneladas, por debajo de
los 14,7 millones de toneladas recolectados en la temporada anterior.
Llovió en toda la zona núcleo, pero también en la zona oeste, donde había
más necesidad hídrica, afirmó Aiello.
Las regiones trigueras más golpeadas por la falta de agua eran el norte de
Buenos Aires, el centro y sur de Santa Fe, el sur de Córdoba y parte de La
Pampa, cuatro de las cinco mayores provincias agrícolas del país.
En tanto, las importantes precipitaciones -que continuarían al menos hasta el
sábado- ayudarán a recargar la humedad de los suelos en regiones productoras
de maíz y de soja en Argentina, el segundo mayor exportador mundial del cereal
y el tercero de la oleaginosa.
La lluvia va a garantizar que la siembra se pueda completar, como es el
caso del maíz, y ya pronto empieza todo el trabajo para la siembra de soja,
agregó Aiello.
La siembra de maíz sufrió severos retrasos durante gran parte de
septiembre. Las limitadas lluvias de la semana pasada permitieron que la
implantación avance 10,4 puntos porcentuales en siete días, pero aún se
encuentra muy retrasada respecto del ritmo del ciclo pasado, según un reporte
de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Septiembre fue un mes seco, que estuvo por debajo de la media histórica
en precipitaciones. Octubre va a ser un mes llovedor, señaló Zavala.
Un funcionario del Ministerio de Agricultura adelantó que se espera una
producción récord de cerca de 30 millones de toneladas de maíz y de entre 52 y
53 millones de toneladas de soja para la campaña 2011/12.

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