Ayer miércoles varios vecinos y vecinas se comunicaron a través de nuestro teléfono o por privado en las distintas redes sociales para comunicarnos su angustia por lo que sucede en Saladillo.

A todo esto que a diario nos trasmiten los vecinos y en algunos casos con fotos y todo se suma nuestra angustia y es allí donde nos quedamos sin respuestas porque tampoco podemos entender algunas actitudes.

También creemos al igual que muchos vecinos que de esta forma y con el virus ya comunitario no vamos a terminar más y que de haber existido conciencia desde el primer momento y reglas claras para todos con aislamientos correctos nada de esto sucedería hoy. Y no terminar más significa perjudicar al comercio, a los independientes, a los ancianos que llevan meses encerrados, a todos ... y también a los "vivos" que hoy se creen superados e iluminados.

Ayer una de las vecinas llena de dolor manifestó: " Yo perdí a una hija que tenía toda la vida por delante por una enfermedad y es por eso que no puedo entender como algunos sienten tanto desprecio por la vida, se cag.. en los demás y no saben lo que duele perder un ser querido".

Y agregó: "ustedes los medios son los únicos que hacen ver las cosas que le pasan a los ciudadanos que queremos hacer las cosas bien porque los funcionarios sea el que sea arrancan con toda la furia y después se quedan en las gateras sin hacer nada o haciendo muy poco y dejando todo al azar o atado con hilos"

Una vez más quedamos sin respuesta y con un nudo en la garganta. Luego varios vecinos preocupados y confundidos con el comportamiento de algunos sospechosos y positivos con respecto al no cumplimiento del aislamiento.

Todo este combo unido a las fotos y "apellidos" protagonistas de fiestitas clandestinas nos deja una vez más sin respuesta ante una parte de la sociedad que cumple con los protocolos y cuida a sus mayores. Solo cumplimos con visibilizar lo que sucede sin profundizar demasiado pero con la esperanza de que se genere conciencia. Nosotros al igual que ustedes los que nos han contactado también escuchamos a los profesionales de Salud y sentimos la misma angustia y el mismo dolor.