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Carrizo designó tres abogados para que lo defiendan en la causa que investiga el intento de asesinato de Cristina Kirchner. Todos asesores del PRO en Diputados y/o Senadores y en la AFI.
20 de septiembre de 2022 11:25
Uno de los abogados que representa a Carrizo es Gastón Marano, asesor del senador nacional del PRO por Chubut, Ignacio Torres, en la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia.Marano fue asesor además de la embajada de los Estados Unidos.
Carrizo cuenta con otroz dos abogados. Brenda Salva, asesora desde mayo de este año de la diputada nacional del PRO por la provincia de San Luis, Karina Bachey y Fernando Sicilia, también representante legal de los ex agentes de la AFI Facundo Melo y Leando Araque, integrante del grupo "Super Mario Bros" que son investigados por maniobras de espionaje ilegal a dirigentes opositores, sindicalistas, periodistas y referentes sociales, durante el gobierno de Mauricio Macri.
Además de la sorpresa que genera los estrechos vínculos de estos letrados con el PRO, la gran duda que se planteó Carlos Pagni, es cómo, un vendedor de copos de azúcar, puede hacer frente al costo de tener este equipo de abogados para llevar adelante su defensa en la causa que investiga un intento de magnicidio.
"Es curioso que un abogado como Sicilia tome como cliente a este otro imputado que es un vendedor de copitos de azúcar. Entonces, la primera pregunta obvia es ¿Quién paga estos abogados? ¿Lo quieren cuidar a Carrizo o hay que proteger a alguien que puede estar ligado a él? Quizá no esté ligado a Carrizo por el atentado contra Cristina, sino por otras actividades vinculadas con la vida de los vendedores ambulantes que, a lo mejor, venden otras cosas. Lo cierto es que aparece ahora una especie de jefe de esta banda que tiene abogados ligados de un modo u otro a la política y a causas de espionaje", agregó.
Para Pagni, Cristina Kirchner "quiere saber quién atentó contra ella" ya que "de la idea del "loco suelto" a la de la banda organizada hay un cambio de percepción en la propia vicepresidenta". "Si era un loco suelto ella puede decir "me quisieron matar". Si es una banda manejada por alguien desde algún inframundo, desde una zona oscura del poder o de las mafias, ya no es "me quisieron matar", es "me quieren matar" y esto puede volver a suceder. Por lo tanto, quiere saber en serio quién es el que atentó y el que está cuidando al de los copos de azúcar", sostuvo.
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